EL CAMINO PARA CONVERTIRSE EN APÓSTOL
Quien es elegido y llamado por Jesucristo comienza un itinerario que el Señor califica en el Evangelio como "puerta estrecha y camino angosto" (Mt 7, 14).
Se inicia un proceso que eslabona conversión -adhesión a Jesús-, seguimiento -conocer a Jesús y sus exigencias-, profesión de fe -testimonio de una fe madura- y envío -el discípulo se transforma en apóstol del Señor-. Este no es un proceso lineal, sino que se da como un movimiento espiral que retroalimenta su fuerza volviendo a su eje para impulsarse más lejos.
En el silencio de nuestro interior miremos a la Luz de quien nos ha llamado cómo está nuestro caminar.
Señor, ¿dónde estamos con respecto a lo que tú quieres de nosotros?
Concédenos, Señor,
el valor de examinarnos con verdad,
reconociendo que estamos muy lejos
del ideal que tú propones,
que nos sentimos comprometidos
y al mismo tiempo inquietos por tus palabras;
concédenos vivir con serenidad y paz el camino
que nos has puesto por delante,
porque deseamos llegar a su término
fiándonos de ti,
que nos has amado y nos llamas.
el valor de examinarnos con verdad,
reconociendo que estamos muy lejos
del ideal que tú propones,
que nos sentimos comprometidos
y al mismo tiempo inquietos por tus palabras;
concédenos vivir con serenidad y paz el camino
que nos has puesto por delante,
porque deseamos llegar a su término
fiándonos de ti,
que nos has amado y nos llamas.
Card. Martini.
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