1. Vístete de hombre nuevo
Efesios 4.22-32:
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despójate del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renuévate en el espíritu de su mente, y vístete del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hable verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Enójense pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo, ni den lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de su boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención. Quítense de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sean benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, como Dios también os perdonó a ustedes en Cristo”.
· En esta lectura lo que nos menciona es que debemos de dejar atrás al viejo hombre, todos los vicios, las cosas que nos dañan y nos afectan, dejar de hacer lo que sabemos que no nos conviene; para lograrlo tenemos que vestirnos de vida y aceptar todo lo bueno, vistiéndonos de hombres nuevos con la ayuda de Dios.
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